ES | CA
Icono titulo Iniciacion

Iniciación cristiana

La Iniciación Cristiana (IC)

La Iglesia se va construyendo como cuerpo de Cristo por la predicación del Evangelio, por la aceptación de la fe y los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Estos son los tres sacramentos que la Tradición de la Iglesia llama de Iniciación Cristiana (IC).

La iniciación sacramental cristiana es un don de Dios que la persona humana recibe por mediación de la Iglesia Madre. Por los sacramentos de la Iniciación Cristiana el creyente es transformado interiormente, entra a formar parte de la nueva creación, y es integrado en la Iglesia: es hecho miembro del Cuerpo del Señor. siguiendo este itinerario sacramental, el creyente en Cristo llega a la madurez cristiana básica.

La importancia, pues, de los sacramentos de la IC es fundamental para la vida de la Iglesia y para llevar a cabo su misión pastoral. Para ellos, Dios nos concede, en el Espíritu Santo, el don de ser sus hijos y participar de la muerte y resurrección del Señor. Ellos edifican la Iglesia y hacen de cada cristiano miembro del Cuerpo de Cristo, testigos de su amor.

Hoy, la IC se realiza en una situación religiosa nueva respecto a épocas anteriores. La secularización y el pluralismo religioso de nuestra sociedad, obliga a la Iglesia a un renovado esfuerzo de evangelización en el que el anuncio misionero, la preparación catequética y la celebración de los sacramentos de la Iniciación Cristiana estén coordinados en un proyecto evangelizador diocesano misionero y catecumenal unitario, para atender pastoralmente la actual situación de la Iniciación Cristiana.

Es en este ambiente misionero y de primera evangelización donde debemos situar la pastoral de la IC. Conscientes de la notable ruptura en la transmisión de la fe, la atención pastoral a la IC debe fundamentarse en la acogida y en la PROPUESTA DE LA FE inseparablemente. La acogida cariñosa de las personas que se acercan a la comunidad cristiana es expresión de aquella caridad que es el origen de todo posible camino de fe.

Supone la atención real a la persona y atender su situación humana. Al mismo tiempo, la comunidad cristiana ha de proponer la fe con libertad y respecto. En la pastoral de la IC debe estar siempre presente el primer anuncio de la fe que ayude a descubrir el don de Dios y invite a incorporarse a la Iglesia desde una experiencia de fraternidad. Son dos actitudes, pues, que deben acompañar todo el proceso de la IC.

La complejidad de la situación actual respecto a los sacramentos de la IC no hace fácil la respuesta pastoral de la Iglesia. El diálogo pastoral, el discernimiento, la propuesta de mediaciones catequéticas y el cumplimiento de las normas diocesanas en la iniciación sacramental, harán posible avanzar para mejorar esta respuesta. Los Consejos pastorales parroquiales, las unidades de pastoral y los arciprestazgos pueden ayudar en esta dirección. No nos pueden faltar, sin embargo, la plena confianza teologal en la acción de Dios, que, en su amor, siempre se anticipa y supera toda expectativa humana.

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar y mejorar la navegación. Saber más